El escritor argentino Ramón Rocha Monroy publica en su blog unos consejos a los escritores maduros que son los siguientes:
1. Abran sus ojos a las nuevas generaciones de escritores. Transmítanles su experiencia y capten las pulsiones, los intereses, las ondas de ellos.
2. Eviten seleccionar diez novelas en base a una encuesta de hace 30 años. ¿Acaso no volvió a ocurrir nada notable en ese lapso?
3. Eviten el favor y el odio políticos. Aléjense del poder.
4. Gánense sin proponérselo, por pura autenticidad, el reconocimiento de la sociedad, no del poder.
5. Alégrense de tener lectores y no reconocimientos oficiales. Sobre todo, no los busquen.
6. Eviten el ojo inclemente de las cámaras, que no perdonan una cana, una arruga, una calvicie, una cara de iguana.
7. Refúgiense en el misterio de lo que escriben. Dejen que la gente juegue a imaginar cómo realmente son.
8. Dense cada día una ducha de humildad, un masaje de sencillez, un cepillado de humor, un brindis de buen vino y amor.
9. Huyan de las responsabilidades administrativas y de las tertulias ociosas. Dedíquenle más tiempo a la soledad y al oficio.
10. Ahórrense moralejas y moralinas. Ustedes también eran unos picarones cuando jóvenes.
11. ¡No acaparen! Den campo y páginas a los nuevos escritores.
12. Aprendan a imaginar una muerte digna.