Una de las dificultades que tiene quien ha autoeditado su libro es que el libro llegue a los potenciales lectores. Lo ideal sería que estuviese en el estante de las librerías, centros comerciales, etc pero ésto no es siempre posible porque quienes les suministran los libros a éstos son las llamadas distribuidoras y no los propios autores.
En general, las grandes librerías sólo venden libros de determinadas editoriales que les facilitan las distribuidoras que juegan un papel clave.
La Ley del Libro define el distribuidor como una persona natural o jurídica que realiza servicios comerciales y que sirve de enlace entre editores y libreros, para situar y reponer libros en su punto de venta y facilitar su difusión.
La distribuidora hace una función comercial y logística. El editor envía las novedades de sus libros y el distribuidor los presenta a los clientes o librerías y les envía los ejemplares que le solicitan. De forma mensual la distribuidora liquida con el editor aplicando un descuento entre el 50 y 55 % . O sea, que la distribuidora se lleva al menos la mitad del precio del libro.
Con la distribuidora es más facil entrar en las grandes librerías, aunque dependerá también del gancho del libro que éste acabe en el mostrador de una librería. Por regla general la distribuidora sólo admite los libros de las editoriales con las que tiene un acuerdo pero en algún caso puntual puede aceptar libros de un autor-editor.
Carles Valls, Publicar un libro.com