Un autoeditor no tiene porque ser un experto en temas fiscales pero si su libro es un éxito de ventas y genera espectaculares ingresos, se preguntará cómo abordar la situación desde un punto de vista fiscal. Uno de los primeros interrogantes que se planteará es si está obligado a darse de alta como autónomo.
Un autónomo es aquel que realiza una actividad de forma habitual, que se pueda considerar como su principal sustento, o que esté por encima de la cifra que establece el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM): 7.455,14€ anuales.
La realidad es que el autoeditor acostumbra a publicar su libros como hobby y no para ganarse la vida, ya que los ingresos apenas cubren los costes de edición e impresión y dejan poco margen de beneficio.
Por otra parte, también podría tomarse como límite el salario mínimo interprofesional en España: 9.172,80€ anuales. Desde el punto de vista de algún asesor fiscal, como Javier Pellicer, sería lícito pues «no darse de alta como autónomos siempre y cuando nuestras ganancias como autores no superen estas cantidades».
Por otra parte, señalar que el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos establece que un autor es escritor profesional si ha publicado cinco libros distintos por cuenta ajena y ha percibido beneficios superiores a 900€ por la venta de los mismos, pero no tienen en cuenta los libros autopublicados.
En conclusión, una recomendación sería no darse de alta como autónomo hasta que los ingresos no sean elevados y frecuentes.
Con respecto a la obligación de realizar la declaración de IRPF habría que hacerla solo si la cantidad ganada supera aproximadamente los 22.000€ brutos anuales.
En cualquier caso, siempre es aconsejable acudir a un asesor fiscal para que te informe de tu situación legal.
Carles Valls. Publicar un libro