Mientras el libro sea en papel, no morirán las tapas de los libros. Además, unas tapas atractivas entran por la vista y por el tacto del lector. Las tapas son el envoltorio del libro y protegen sus «tripas». Un buen lector sabrá apreciar la calidad impresa de un libro al cogerlo con la mano y ver que tiene unas buenas cubiertas.
Por eso, las tapas de un libro darán solidez a tu libro. Las tapas o, llamadas técnicamente cubiertas, son las partes exteriores del libro y suelen ser de un material más duro que el de los pliegos, generalmente de cartón, plástico o cuero.
No existe una relación entre un número de páginas determinado y el tipo de tapas a elegir y será el gusto del editor y la economía lo que determinará la elección final. Por eso, encontraremos libros con pocas páginas y una robusta tapa dura y libros gruesos como listines telefónicos con tapa blanda. Al final, para el autor-editor el coste de la tapa y el precio final de libro van a ser los aspectos determinantes para la elección de una u otra.
Por poner un ejemplo, siguiendo los precios de una Calculadora de libros de una conocida imprenta digital, el coste de un libro de tapa dura de 100 páginas es de un poco más de 5 euros y en tapa blanda alrededor de 2,5 euros, o sea, que la tapa dura te cuesta el doble.
Mi consejo personal como autor-editor es que si no vas a encargar una gran tirada, imprimas tu libro con tapa dura porque tampoco te vas a salir tanto del presupuesto y cuando veas tu libro en tapa dura te sentirás todavía más orgulloso de tu obra maestra. Por eso, en un momento de crecimiento de libros electrónicos, la tapa dura es el mejor homenaje al libro del papel de toda la vida.
La distinción clásica de las tapas son entre:
- Tapa dura o llamada cartoné que puede ser de cartón grueso, piel (en ediciones de lujo), plástico rígido, etc. Le da un sello de calidad, un toque artesanal, de obra maestra, clásica, y luce mucho más en tu biblioteca.
- Tapa blanda o llamada rústica que acostumbra a ser de cartón más o menos grueso, mucho más económica, menos pesada, y es la que se usa habitualmente por las editoriales que publican ediciones de bolsillo.
Carles Valls, Publicar un libro.com