En la aldea de Mos, pequeño municipio de Pontevedra por donde pasa el Camino Portugués, tuvimos la dicha de conocer mis amigos peregrinos y yo, a María Magdalena Domínguez, una poeta casi nonagenaria, de ojos sabios y alegres que nos ofreció, como el agua fresca de la fuente, su ternura y vitalidad y nos recitó algunas de sus poesías bucólicas y arraigadas a la naturaleza. De sus docena de libros publicados destacamos «Alma de can», éste en lengua gallega y «Como el manantial», en castellano.
Carles Valls, Publicar un libro.com